¿Para qué trabajas?

Dayani Centeno-Torres
5 min readApr 15, 2021

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Por Dayani Centeno-Torres

¿Cómo analizamos el que Puerto Rico perciba una alegada escasez de trabajadores durante la pandemia?

Ilustración por Dayani Centeno-Torres

¿Qué pasa cuando no podemos trabajar? ¿Cómo cambió la valoración del trabajo con la COVID-19? ¿Por qué Puerto Rico demoniza el beneficio de desempleo en medio de una pandemia? ¿Para qué trabajamos? En esto pienso cuando escucho en la radio sobre la ‘escasez de trabajadores por culpa del desempleo’. Resulta que los patronos quieren reabrir las empresas, y los trabajadores cesanteados al principio de la pandemia hoy prefieren el ingreso por desempleo por encima de un trabajo con salario menor. Es un tema complejísimo sobre el que no oigo suficientes preguntas ­­— solamente quejas.

En el proceso, caímos en la trampa de discutir si los boricuas somos vagos, corruptos, o ambos; en lugar de mirar el fenómeno con perspectiva sistémica. ¿Qué me gustaría explorar? Aquí algunas ideas:

1. ¿Olvidamos que los beneficios por desempleo son un derecho laboral de bienestar? Su fin es brindar un sustento básico ante la pérdida del trabajo. Obviamente, toca usar ese derecho en el contexto de la ley. Cumplidos los requisitos legales, muchísimas personas merecieron el beneficio. Puede que no nos gusten las razones de las personas para seguir en desempleo, ni el uso que le dan al dinero. Mas es su derecho. ¿Habrá decisiones desacertadas? Sin duda. Sin embargo, las generalizaciones no ayudan a entender asuntos complejos.

2. ¿Es cierto que ‘el trabajo dignifica’ y ‘todo trabajo es digno’? En la economía capitalista del Siglo 21, todavía no internalizamos que, si bien el trabajo puede ser una expresión de la creatividad humana que eleve nuestra experiencia personal y colectiva, las personas son dignas solo por existir — independientemente de lo que hacen. Es frase común que ‘el trabajo dignifica’. Contradictoriamente, algunos oficios se perciben más ‘dignos’ que otros, y hay personas cuya dignidad no cuenta porque ‘no producen valor’. ¿Cómo inciden esos factores en esta discusión?

3. ¿Quién define al trabajador exitoso? Muchos sectores de nuestra sociedad miden el éxito según lo que cada cual tiene, lo que hace, lo que compra. No solemos hablar sobre qué es realmente el bienestar y el desarrollo. ¿No es para eso que trabajamos, para lograr bienestar? El problema no es que alguien muy trabajador disfrute los frutos materiales de su esfuerzo. El problema es convertirlo en modelo para sectores que no tienen ni los recursos, ni las condiciones, ni las relaciones del ‘exitoso’. Luego los criticamos porque aspiran a ese ‘éxito’ y buscan maneras creativas para alcanzarlo.

4. El trabajo es bueno y necesario, pero… ¿por qué no cuestionar de dónde sale el afán por la producción? ¿A quién beneficia? Escucho conversaciones sobre el ‘problema’ de los patronos, pero no veo la opinión de la otra parte. ¿Qué significa el empleo para estas personas? ¿Qué hay tras sus decisiones?

5. ¿Es genuino querer trabajar menos y con más sentido? ¡Por supuesto! También, el deseo de una compensación justa; de un empleo digno; de tiempo libre para las relaciones, para el descanso, para criar a la próxima generación. O para lo que me dé la gana. Reconocemos la validez de esa aspiración de libertad para quien se jubila con el fruto de su trabajo, como para quien se gana la lotería. También para quienes escogen ganar menos y tener una vida sencilla, manejando su tiempo según sus prioridades. ¿No es válida esta aspiración para quien ve una oportunidad temporera en un beneficio que se ganó legalmente como trabajadora?

6. ¿Por qué es distinto cuando empleados de servicio toman esa decisión? Tenemos una economía primordialmente de consumo, versus producción, en la que, por ciclos, abundan trabajos de salario mínimo, de pocos retos personales y profesionales, que no prometen mucho a largo plazo para el país. Algunos de estos empleos de servicio siempre serán necesarios y realizables con el mayor de los orgullos — por ejemplo, cuando tengamos una industria turística sostenible y coherente. Otros realmente existen en función del sistema actual. Encima, desatendimos los procesos de aprendizaje con los que nuestros jóvenes pueden construirse un futuro mejor. En ese contexto, honestamente, si contara con el beneficio de desempleo, ¿quién no preferiría viajar, aprender, cuidar a la prole o a los ancianos, en lugar de ayudar a una multinacional a vender más hamburguesas? Vender hamburguesas puede ser el mejor trabajo del mundo: depende de para qué y cómo las vendo, y cuánto me generan en dinero y en metas individuales y colectivas. En balance, hoy no es un empleo que haga sentido para muchas personas que antes lo vieron como opción. ¿No es válido su análisis?

7. ¿Realmente quiénes no quieren trabajar? ¿De cuántas personas hablamos? ¿Industrias? ¿Cómo generamos opciones para ellas? Veo decenas de miles de personas que trabajan durante la pandemia, en lo grande y en lo pequeño, con increíbles dosis de responsabilidad, creatividad y pasión. A diario me entero de agricultores que, en una condición para nada ideal, se ganan los proverbiales dos centavos por hora. Creen que ese sacrificio vale la pena por su tierra, sus familias, y un proyecto agroecológico de país; mas no están dispuestos a hacerlo para otros que no comparten su sueño. Cada día alguien se apunta en una incubadora de negocios, en un programa de capacitación empresarial, en algún proyecto del que espera tanto el sostén familiar como una sociedad distinta. Esa gente quiere trabajar, y decidir sus condiciones y metas. ¿Es posible una conversación que armonice perspectivas que parecen encontradas?

8. ¿Cómo lo complica la COVID-19? Entonces sigue la pandemia. Las escuelas cerradas y los trabajos abiertos. La niñez en crisis. La triple jornada de quienes crían. La angustia de los hijos con padres enfermos. El riesgo de contagio en comercios y oficinas. ¿Quién, teniendo la posibilidad de quedarse en su casa y atender todos esos asuntos, o ninguno, preferirá un trabajo de salario mínimo sobre un ingreso mayor por desempleo? Pues solamente quien sienta que ese trabajo hace una gran diferencia, o quien no tenga más remedio para sobrevivir.

9. ¿Eso es lo que queremos para nuestra gente? ¿Dónde, cuándo hablamos sobre para qué trabajas, para qué trabajamos?

La autora es consultora en comunicaciones y facilitadora de procesos participativos para organizaciones y comunidades en Puerto Rico, con formación en Comunicación para el Desarrollo y Teoría U. Preside Palabrería-Servicios de Comunicación y la organización sin fines de lucro Voz Activa.

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Dayani Centeno-Torres
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Written by Dayani Centeno-Torres

Communications Consultant for Change Processes

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