Dayani Centeno-Torres
3 min readNov 5, 2020

Si me escuchas en la oscuridad de la noche

Por Dayani Centeno-Torres

Si me escucharas en la soledad de mi alma, sabrías mis porqués.

#1

La señora antes de mí en la fila para votar tiene 73 años “recién cumplidos en septiembre”. Es viuda hace más de una década. Se envalentona para decir que “lo bueno” es que ahora en su casa manda ella. Pero deja ver que no ha sido tan fácil, al contar que sus vecinos son su apoyo y compañía. Ella quería llegar a votar más temprano (eran las 8:45 a.m. cuando llegamos a la fila, o sea, ni siquiera estaba abierto el centro de votación). Su referencia para las filas son las filas de las primarias. ¿Cómo lo sé, si no le hice ni una pregunta? La saludé. La invité a estar unas pulgadas más cerca de la cuenta para que no le diera el sol. La escuché.

#2

No tolero escuchar los programas radiales nocturnos a los que los oyentes llaman para opinar sobre cualquier cosa. Mi marido me dice que hay que escuchar otras perspectivas. Pero no es intolerancia lo mío. Es tristeza. Que alguien no tenga nada más que hacer, nadie más con quien hablar… Que su mejor opción sea llamar a la radio para comentar, a esas horas de la noche… Me estruja el alma. También me angustia el pésimo trabajo de nuestro sistema educativo, reflejado en el desconocimiento que muestran muchos sobre historia, política, cultura, economía. Afirman con convencimiento datos que son verificablemente incorrectos; tergiversan hechos; confiesan temores; exploran teorías de conspiración; recuerdan el pasado con filtros propios o ajenos. Usualmente, el locutor (porque suele ser hombre) no les corrige. Les deja hablar, agradece su intervención, y pasa a la próxima llamada. Yo preferiría que hubiera algo de diálogo en esa experiencia; alguna pregunta, al menos, que simulara una conversación, o que cuestionara alguna afirmación. Pero todo queda como un monólogo inconsecuente.

#3

La noche de las elecciones en Puerto Rico, me ahogaban los ríos de saliva en la radio y la televisión, y la avalancha de comentarios en las redes. Opiniones “expertas” sobre “lo que pasó” y “lo que va a pasar”. Juicios sobre los viejos, porque son viejos; sobre los jóvenes, porque son jóvenes; sobre los partidos nuevos, por recién llegados; y sobre los partidos tradicionales, por trayectorias pasadas. Declaraciones de éxitos y fracasos a diestra y siniestra. A la mañana siguiente, los datos por fin tuvieron algo de espacio. No, la verdad no había cambiado. Realmente en la noche la verdad no había tenido oportunidad de mostrarse. La realidad a veces necesita tiempo para aparecer en su complejidad. Pero somos muy impacientes para observarla según se revela.

#4

Mientras, el mundo y el país cambian ante nuestros ojos y no entendemos cómo ni por qué. Nos figuramos teorías y explicaciones. Mientras, ahí siguen las voces de la fila, de la calle. Preguntándose quién las oye, quién escuchará sus razones y motivos. A su manera, nos dicen: Si me escucharas en la soledad de mi alma, sabrías mis porqués. Si me escuchas en la oscuridad de la noche, te cuento mis pesadillas y mis sueños.

La autora es consultora en comunicaciones y facilitadora de procesos comunitarios en Puerto Rico, con formación en Comunicación para el Desarrollo y Teoría U. Preside Palabrería-Servicios de Comunicación y la organización sin fines de lucro Voz Activa.

Dayani Centeno-Torres
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Written by Dayani Centeno-Torres

Communications Consultant for Change Processes

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